Ser pobre
es no tener mucho
o casi nada,
tal vez una moneda sola,
las paredes y la carne
cuestan demasiado caras.
Ser pobre
es ya no tener piernas
para correr y alcanzarlas.
Ser pobre
es estar solo
aunque haya muchos,
es no ver la noche
aunque la iluminen antorchas
y no se tenga techo
ni chapas ni mañanas.
Ser pobre
es mojarse a cada instante la cara
con la lluvia de la miseria,
es sentir la soberbia
cuando te discriminan
y te dan la espalda.
A veces la identidad
es casi lo único
que se come
y entre botellas y cartones
el pobre es noble
y es digno.
¿entonces quien es el pobre
y quién es el rico?
Ay Dios bendito:
¿por qué le has dado
a tantos pobres la riqueza de la nada
y le has dado toda la pobreza
a tan pocos ricos?