Miro tu fotografía,
me llegan recuerdos,
de aquellos días
cuando tú me querías...
Mi alma vibraba
de loca alegría,
mi cuerpo temblaba
con ansias de amarte.
Miro tu fotografía
y, quiero abrazarte,
quiero besarte
y, decirte te amo...
Pero hay una lluvia
que cubre mi mente,
y...Son esas lágrimas
que caen a torrentes
por mis ojos mustios,
ojos marchitos
de tanto llorarte.
¡Y...Es que no pude
de mi vida sacarte!
¡Y...Es que no pude
dejar de amarte
¡Y...Es que no pude
nunca olvidarte!
Hay una herida
que no cicatriza,
me duele por dentro
y un frío siniestro,
penetra en mi habla,
entumece mis labios,
no puedo llamarte,
se que no vienes.
Emerge el silencio
del fondo de mi alma,
cubriendo de luto,
la paz y la calma,
rodeando de sombras,
mi triste existencia...
¡Qué en lenta agonía
amándote muere!
Felina