Frecuentemente estoy sensible al sueño,
si hay calma en el ambiente y todo calla
me duermo en mi memoria y no despierto
hasta que el tiempo me sacuda el alma.
Hay verde en mi pasión cuando el sueño
llega a sembrar su devoción lejana,
cuando al caer recubre de mutismo
y de inercia mi piel entre las sábanas.
¡Ay sueño, cuántas cosas de mí apartas!
Cuántas no hago o dejo de hacer
cuando llegas a entornar mis ojos
con tus manos nublosas y pesadas.
Frecuentemente estoy soñando sin quererlo
y van a zancos grandes mis motivos
hacia la esfera grande de la inercia,
donde todo parece estar durmiendo...