CANUTO EL ELECTOR
Era un viejo tullido Canuto el elector,
Con aspecto de fósil en alcohol conservado,
A él solo faltábale sudario y algodón
Para ser un cadáver muy bien embalsamado.
Pobre como una rata, sin nadie alrededor
Apenas mal vivía por nadie visitado,
Comía lo qué le daban vecinos del sector
Cuando a veces quedábales de sobra algún bocado.
Pero en las elecciones, políticos llegaban
De Canuto al tugurio y con curia montaban
Su cuerpo enjuto y trémulo sobre un viejo corcel,
Y con mucho cuidado al parque lo llevaban
Y después de qué el voto por ellos sufragaba,
En la curul subidos, se olvidaban de él.
fernandocardonakaro