teresa ternavasio

CASTIGO

CASTIGO

 

Como peste maldita, te metiste en mi carne

Invadiendo la sangre

Como cruenta infecta que no tiene alivio ni consolación

Llegaste al alma que en lecho de muerte te pidió clemencia

Como una cobra dejaste el veneno con indiferencia

 

¿Dónde las palabras que sean antídoto de esta traición?

El severo gesto que atienda el reclamo de mi corazón

El látigo duro, castigo exigido por tus felonías,

Reguero de llanto justa consecuencia de la roja herida

 

Busca estrellas para tu cielo negro, con luna de estaño.

Campos de salitres, revuelca tu cuerpo, repara los daños,

Recita los rezos como letanías en  noches sombrías,

Habla con el alba, confiesa pecados, vive una agonía.

 

Teresa Ternavasio

 

15/12/2010