Calando en tu magnifico legado
y leyéndote un poco, ¡manda narices!
que manda tu hablado, bien proclamado
sobrio y educado te vas y nos dices
que Dios te libre de prólogos largos
y de falsos beatos que mal te bendicen
entrando España en mortal letargo
tu formación se completaba
y la elocuencia te tomo a su cargo
en Valladolid tú te enfrentabas
con dagas mélicas en poesías satíricas
y a cuchilladas a Góngora, lo despellejabas
tajante es tu poesía melifica
que con talante la verdad la invoca
con sublime destreza y palabra prolífica
fuiste y eres sagacidad que provoca
y con conciencia nos confieres
la moral humana que al alma le toca
tus sátiras de punzantes alfileres
al sabio le arrancan la sonrisa
y al aludido, las entrañas le hieren
tu poesía mística quien bien la revisa
sin prisas la bebe, con las fragancias
y los deleites de tu divina brisa
erudición concisa, sagrada estancia
dichosa constancia, eterna premisa
condición humana de grata ganancia
en ti, todo esto bien se cobija
y si bien se adquiere, bien se fija
el saber que procede de tu real valija
si me equivoco, que me corrijan
que aquel que a gobernar lo elijan
elegido, si mal gobierna, desvalija
el que dirija que con el buen ejemplo rija
y el gobierno de Cristo solo exija
que el buen gobernar con la justicia se prolija
Quevedo, las asperezas tú me lijas
tu alma es de Dios, prodiga hija
que me queda a mi hecho trizas