Bien, el hecho es el siguiente,
murmuró mi conciencia,
hay que rescatarlo
sin caer en la violencia.
Más te vale que así sea,
respondió mi alma desconfiada,
yo a vos te conozco
y sos medio mal arriada.
Prometo que me contengo,
dijo el caracter solemnemente,
y si la conciencia se sobrepasa
le bajo todos los dientes.
Pero che, pará un poquito!
dijo mi espíritu riendo,
entre todos ayudamos
y después vamos viendo...
Bueno, este es el plan,
retomó la conciencia,
lo dormimos con formol
y salvamos apariencias...
Pero vos me estás cargando?
dijo el sentido común,
si se nos llega a pasar de largo
no tenemos ningún baúl!
Mirá que son unos bestias!
dijo resoplando la paciencia,
la onda no era rescatarlo
sin usar ninguna violencia?
Está bien,está bien, lo dejamos,
respondió mi conciencia frustrada,
ella quería usar el formol
(y tal vez una que otra picana)
Bueno, a ver, pensemos,
dijo mi razón finalmente,
cómo rescatamos al prisionero
sin violencia y legalmente?
Yo creo que habría que sorprenderlo
a la noche cuando esté dormido,
dijo de nuevo mi alma
asomándose desde mi ombligo.
Si, y con un rayo de luna
le abrimos el pecho en dos,
y sacamos al pobre enjaulado
carraspeó la esperanza con tos.
Y vos de dónde saliste?
dijo la razón descreída,
por como viene la mano
esta misión es suicida!
Vos no te preocupes,
dijo la esperanza con un guiño,
para rescatar a corazón
sólo hace falta cariño.
Ojo, hay que tener en cuenta,
mi espíritu logró callarlos,
que los dos estarán enredados
y no va a ser fácil soltarlos.
Para eso tengo una idea,
respondió la esperanza risueña,
le damos un beso bien grande
y así reconoce a su dueña.
Bien, entonces ya estamos!
interrumpió la conciencia decidida,
esta noche partimos para allá
y por fin el suplicio termina.
Así que corazón, aguanta otro poco!
que a salvarte ya va en camino
medio ser mío, hecho un comando
que luchará por tu destino.