Joel... tan bello en tu burbuja levitas...
miras la vida pasar... suspiras... tiritas...
Gran caparazón... imponente, transparente
y protector... nadie te puede tocar...
no las olas, las mareas... o la sal...
Sueño fugaz.... descansar... hora falaz...
Como pasajero extranjero de la vida
disfrutas el boleto de salida...
de entrada a tu mundo interior...
espléndido y florido...
pétalos de flor...
mas, en cada caída nocturna algo mengua en tu alma...
y ganas algo que había y no estaba... algo que estará...
y no debía estar...
algo que nadie se preguntaba... sólo tú
en las neblinas mentales del azar...
tan colosales... caricias fugaces... lunares...
reales... virtuales...
En tu burbuja levitas... bello arcangel del cielo
y del más allá...
yo no me entero en dónde estarás...
¿tú lo sabrás?
sólo... sólo sé que estás...
Tus letras transportan... más que a algún tiempo,
a una dimensión
sin tú ni yo, ni ellos...
sólo ahí... ahí... en el aire...
¡Oh... qué bello!
Joel... inspiras todo y más...
caída y elevada turbación...
algo que no cualquiera
podría siquiera imaginar
o lograr en simulación...
Tus colores brillan más en la obscuridad...
eres ángel de lo que fué y existe
y de lo que no existirá...
Vístete de túnicas nocturnas, sigue ésa línea curva
tan perfecta
que te ha llevado a ser lo que has anhelado...
o no...
qué importa... sigue tu rumbo, olvida las direcciones
del mapa mundano...
Tu alma sabe... es la brújula exacta...
y encontrará ése camino olvidado...
Besos, mi hermano...
Copyright©2010 Rocío Vega-Ponce