Es devastador y deprimente
como un pedazo de tortura.
Cada bocado de comida, exacto de onzas.
Cada ser humano indigente
en una calle fantasma.
Áreas para hacer el amor sin amor
… sin molestias
donde no sucede nada que no sea previsto
incluso la noche va tatuada en la epidermis,
con neón, rameras y vagos recuerdos
con pruebas improbables
¿Cuánto le habrá costado esas angustias al hombre?
Mientras doy vueltas al bolígrafo
y al poema que tal vez no escriba
pienso que tal vez no hay un país…
ni una ciudad
ni una calle
ni un bar
ni sea yo
ni seas tu
ni sea nada.
Tal vez un día
ésta calle me hará viudo,
con mi tristeza,
con mis dos hijos:
esperanza y futuro
corriendo a contra luz, macerando el tiempo
atrincherando en los bolsillos unas cuantas razones
para comprar despreocupación
en ésta calle…
donde no es posible olvidar
donde en medio de lloviznas
regresamos a saldar nuestras deudas
y enterrar nuestros muertos.
Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial con fines comerciales así como su venta sin la autorización del titular de los derechos.© J.A.S.D. DICIEMBRE DE 2010.