Defensa Personal
Siempre me dijeron
que a buen entendedor
pocas palabras bastan
Pero el idioma del olvido
por mí era desconocido
no quería oír
no lo podía concebir
Tuve que entenderlo
enfrentando tus puñales
sin más armadura
que un corazón con rajaduras
A pecho abierto salí a buscarte
dispuesto a recibir de tu parte
lo que fuera que quisieras darme
Comenzaste por atacarme
con esa flecha certera
que suele ser la realidad
Pero corrí con suerte,
la herida fue profunda
mas no de gravedad
Continuaste tu asedio
con esa filosa espada
que suele ser la frialdad
Resistí tu embate
como la piedra firme
resiste la tempestad
Viendo mi perseverancia
decidiste empuñar
esa temible caricia
que de cuerpo entero me hizo temblar
Esta vez no pude resistir
y evocando al pasado
a tus pies me vi postrado
Contra ese tipo de armas
jamás me enseñaron
ningún método
de
defensa
personal.
Manú.