Fue pasando noviembre,
de silencio y misterio,
con su carga de bruma,
arropándose el aire,
con su manta de escarcha
durmiendo los árboles,
las hojas tiritando,
presagiando el invierno,
las flores muriendo,
por tumba,la grama,
los dias se marchan
sin pena ni gloria.
Llega diciembre,
con su loca alegría,
hay bullicio, hay fiesta,
hay luces y orquesta,
pero una pena me aqueja
y es que aquí no te tengo,
tu silencio me abruma,
tu ausencia me mata,
quisiera tenerte,
a mi lado alma mía.
Después de aquel viaje
y tu despedida,
te llevo en mi mente,
de noche y de día.
Se quedó en mi vida...
El tiempo suspendido,
y en mi pecho, se quedó tatuado
aquel abrazo que me diste,
quedose prendido en mis labios,
el último beso apasionado,
en mi mente se quedó grabado,
el adios de tu partida,
con la promesa que me hiciste,
de regresar un día.
Quedé triste y acongojada,
sumida en mi melancolía,
mi corazón me decía,
qué era la última vez que te vería.
Ha transcurrido mucho tiempo,
desde aquel último adios,
y yo te llevo aquí en mi pecho,
junto a mi corazón...
Sigo esperando por ti
y aún no muere mi ilusión,
sé que vendrás algún día,
a quedarte junto a mi.
Felina