Busco
Busco.
Todo el tiempo voy buscando.
No sé con certeza qué pretendo hallar
aunque sí sepa con qué fin he de buscar.
Hurgo, revuelvo, reviso, exploro.
Intento encontrar algo
que pueda hacerme sentir
cerca de vos.
Busco una carta,una nota, una esquela,
donde tu amor confesaras
que pueda servir de respiro
para mi alma agobiada.
Busco el más hermoso
de los recuerdos
a tu lado
esperando con él aliviar
esta presión en el pecho
que produce el saberte lejos
y cada día un poco más.
Busco las migajas, las sobras, los restos,
de un amor que ya no quema,
pero duele con inalterable
intensidad.
Busco pruebas, huellas, indicios,
que puedan atestiguar que lo nuestro fue real,
que un día nos amamos y fue hermoso,
a pesar de que ya no sea igual.
Busco,
busco
y busco sin cesar.
Aunque, a decir verdad,
ya no sé muy bien para qué buscar
si hasta en los más pequeños detalles
algo tuyo siempre he de encontrar.
Y si este amor sobrevive
no debería de extrañar
que sea porque día a día
se ha de alimentar
de amagues y recuerdos,
de ausencia y de ilusión,
de sueños truncos y añejos,
la borra de un pasado mejor.
Se nutre
de olores y costumbres,
de deseos y dolor,
de cenizas y esperanzas,
de mí
y de vos.
Se sostiene
entre hábito y la soledad
se aferra a ellos
por mero instinto animal.
Sabe que el desenlace
está por llegar,
pero se muestra dispuesto
a dar batalla hasta el final.
Será por eso que sigo buscando
queriendo la agonía estirar.
Sabiendo
que el tiempo
cuando se lo proponga
nuestro amor puede juzgar,
y con la misma facultad
con que el viento reaviva llamas,
también las puede apagar.
No sé cuánto tiempo más
esta búsqueda ha de durar,
sólo sé,
que desde que no te tengo,
mi corazón jamás ha cometido la locura
de dejarte de buscar.
Manú