Escribes ''llanto'',
pero el océano
no acude a tu mirada.
Escribes ''sangre'',
pero no sientes dolor
ni brota vermellón de herida alguna.
Escribes ''libertad'',
pero te sigues encerrando
y tanto te da dormir que volar.
Escribes ''vida'',
pero la tinta
sigue tan inerte como te esperabas.
Escribes ''muerte'',
pero ni te asalta el frío
ni se apaga tu maquinaria.
Cuántas palabras inútiles...
Cuánta tinta malgastada...
¡Poeta! Escribe poesía,
y la mente y el corazón del que no escribe
¡ya se ocuparán de lo demás!