Mariano An

Dame

 

Dame todo lo que te pida:

El final de un beso,

Los sueños caducos,

Ese corazón inalcanzable

que llevamos a cenizas,

Para así deshacerlo todo

Y recomenzar.

Y comenzar otra vez.

 

Dame también de tu silencio

Frágil y sencillo,

Para sentir que estás como muerta

Y tan sola y tan lejana.

Y dame de ese aire que emana tu sonrisa,

A veces bello, a veces de madrugada,

Para saber que todavía estás

A mi lado y callada.

 

Dame de ese frío de tu boca

El beso jamás besado,

La palabra no pronunciada

Y ese suspiro fatal del amor.

 

Dame de tus ojos

Su secreto más profundo,

Su reflejo pero no su gracia

Y esos ojos que se esconde, sigilosos,

Por detrás de tu mirada.

 

Dame también de tu piel

El perfume más deseado,

Su veneno más mortífero

Y el camino para llegar hasta tu pelo.

 

Dame de tus manos

La caricia más reveladora

Y el contacto más perverso,

Para que con un dedo me callés la boca

Cuando al oído te diga, te quiero.