LA NUEVA NORMATIVA
La Real Academia decidió hace unos días
que se eliminaría a nuestra letra che,
y me quedé pensando si ahora a Ernesto Guevara
un diferente apodo le deben de poner.
Este cambio de normas también tiene su intríngulis,
traerá confusiones por lo que puedo ver:
un chucho, por ejemplo, se convierte en un cuco,
y al que le apoden Chacho ladrón se ha de volver.
Quedará un poco feo que al llamar a la chacha
se prohiba a los niños el uso de la che,
y a todo aquel tunante que presuma de chulo
le van a dar... problemas con esta nueva ley.
Hay quien saldrá ganando con la presente norma:
al que le den un churro, curro le han de ofrecer;
la habitación cochina se convierte en cocina,
y hasta a la mona Chita la citarán también.
Al que tenga diez coches le van a dar diez coces,
y no sabrá la hache qué hace ella sin la che,
y toda aquella dama que con un chal se vista
se llenará los hombros de cal al parecer.
Todo el que esté chalado, ahora estará calado,
y al que le den un chasco un casco ha de tener,
y si tu primo es charro se mutará en un carro...
¡Qué de cambios nos deja la marcha de la che!
No está bien que les diga que lo que ya es un coco
era algo muy distinto escrito con la che...
¡Ah, no seremos pocos los que echemos de menos
esas bellas palabras que se van a perder!
Quien tenga mala facha tendrá una buena faca,
lo que eran bellas cachas ya no lo podrán ser,
será una larga pica lo que antes fue... otra cosa,
los pechos serán Pecos que cantan otra vez.
Los chopos se derriten con esta nueva norma,
quien te rechace puede que te cace otra vez,
al que se sienta pocho se sentará muy poco,
y el que haga algún tachón lo pondrá bajo el pie.
¡Oh, Real Academia, que todo lo complicas,
que con hambre de fama te has comido la che!,
aunque si sigue habiendo tanto paro en España
¡todo el abecedario nos vamos a comer!
Jesús María Bustelo Acevedo