ManĂº

Fui yo

Fui yo quien borró tus penas,

quien día y noche veló a tu lado,

dispuesto a poner fin a tu condena

tomando tu corazón prestado.

 

Fui yo quien lamió tus heridas,

quien te abrazo en tus desconsolados llantos,

ofreciéndote mi pecho como guarida

donde sentirte a salvo de viejos desencantos.

 

Fui yo quien secó tus lágrimas,

quien hizo tuyo su hombro.

En mi cielo te puse en la cima.

Aparté de tu camino los escombros.

 

Fui yo quien atizó tus pasiones,

quien devolvió a tu rostro las sonrisas,

regalándote mis besos como aluviones

llevando tu felicidad como premisa.

 

Y sin embargo ¡¿Quién lo dijera?!

Para vos no fue suficiente,

al levantarse tu primavera

te figuraste una mujer valiente.

 

Decidiste vivir vida de aventurera.

Lamento decirte, equivocas tu camino.

Ya no serás mi compañera,

ya mi amor no encuentra su destino.

 

Ya por vos mi corazón se ha desangrado,

ya por tu amor demasiado he sufrido,

y aunque al decirlo no sienta agrado

es menester dar este asunto por concluido.

 

Manú.