supo a cuerno tu amor, cuerno quemado,
después que me introduje en tus entrañas,
por esas malas mañas,
amor mío, de lo tuyo me he entedrado.
compartías el lecho en jubilado
respecto a quien dejó que tú te fueras.
te trajo con la niña y que tuvieras
algo que hacer de día, calculado.
al cabo de un período transcurrido,
el viejo te dejó el culo al aire,
ya nada penetró por ese nido,
que nido de placer y que desaire,
que tardes en el monte, sin ruido,
y ahora ruega a dios que nade falte.