Si voy a perder, al menos perderé con la verdad
tratando de hablar siempre con dignidad;
no voy a negar que hubieron batallas que esquive
y no afronte las balas de acero porque me asuste.
No quiero diseñar con mis ilusiones
castillos de oro cuando se que las paredes
están fabricadas con leño de monte
y donde me entro el frió de las depresiones.
Dios no soy fuerte pero gracias a ti
a mis heridas y desilusiones resistí
porque a tiempo levantaste
una bandera blanca tu por mi.