Mientras caminaba por aquella sublime avenida de atardeceres, tuve el anhelo de encontrar una mirada, una mirada que fuera tan fuerte para verla todas las mañanas, aquella que tuviera escencia natural.
Irremediablemente, entre aquellas trabas,ya me encontraba enredada entre tu cielo y mi fantasía, no había atrás, me encontraba cautiva de tus ojos, de tu mirada, de ti.
No puedo comparar el girasol en tus ojos, no existe flor en ningún cristal que pueda llevarme, Si espero podrías ser mi perdicion o mi alegría, si desecho lo aprendido sera como si nunca te hubiera enfrentado.
En tus ojos encontré mi bendición, mi refugio y ahora que no es posible verlos me concentro en el reflejo de una fotografía.