CUANTO se LLORA en NOCHES de SOLEDAD:
Teniendo el rostro oculto tras la sombra de un pasado vivido, intentando borrar divinos recuerdos de un mundo inhumano que no sabe perdonar un solo error sentidamente, sin guardar odio en el corazón, reflejado del alma en la mirada por destino…,
Con los ojos cerrados, mirando el interior de un ayer, que se quisiera execrar de raíz, con los puños apretados por la impotencia de no poder hacer nada, al no querer escuchar decir frente a ti arrodillado, lo siento…,
Haciendo ruido con cada lágrima de olvido que escapa lentamente de mis manos entre mis dedos, cayendo al frio piso de la alcoba, sin que te inmutes volteándote a verlas, quedando inconmoviblemente sobre la cama, fingiendo que duermes siempre, profundamente...,
Sin predecir por seguro, cuál será la última lágrima de gracia, que con la muerte liberará las cadenas que atan a la tristeza mi adolorido corazón cautivo, por los caprichos de tu amor, cuando deseas tenerme en tus brazos tan solo un instante…,
Al no lograr ver la vida, que hay en tus hermosos y expresivos ojos glaucos, sabiendo el bien por paz que brindan al realizar los sueños de un hombre por la mujer amada, dejándome abandonado y sin ninguna orientación, no corriendo sinceramente la cortina al amor, cada amanecer al despertar, abriendo tu mente.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 21/12/2010 03:15 PM.