***Desde mi Trinchera…***
Te veo pasar desde este
edificio canceroso…
Con piso asqueroso…
Donde las historias se suceden
una tras otra como si fueran
el periódico de ayer.
¡Tú, tan guapa y hermosa!
Caminas como una mariposa,
tan a prisa para evitar la
hediondez de esta calle…
Donde no sé si por suerte…
O porque te gusta pasar
por lugares de mala muerte,
es que pasas por aquí…
Eres como un lunar…
Que mis ojos siguen sin parar,
y ¡Ese vaivén de tus caderas!
Que me pone a levitar…
Mira si soy un iluso,
que siempre me creí el
que observa y disfruta,
Sin saber que tras mi ventana,
con cortinas desgarradas por el tiempo,
me observabas tú…
Nunca entendí porque pasabas
de lunes a viernes a la misma hora
vespertina solo para adornar esta
calle sin paisaje…
Mira ¿Quien iba a pensar?
que una hembra de tu linaje,
se iba a fijar en este personaje,
sin futuro, ni equipaje…
Pero los laberintos del amor
son así…
Y me basto un día salir de mi trinchera,
y correr como perro que huye de la perrera
para irme tras de ti.
Fue tu sonrisa fulminante…
Y esa mirada alucinante
la que me embriago de ti.
Sin dudarlo, sin pensarlo…
Te acompañe a tu trinchera,
que no se compara con la mía.
La tuya huele a rosas…
La tuya es acogedora…
Y tiene siempre encendida
una veladora…
Al santo a quien te encomiendas.
Yo con mi vida remendada,
con esta alma enamorada,
a veces quisiera alejarme de ti,
no porque no te ame…
Si no porque no te merezco.
Pero esa gracia de tu cintura
me tiene atado a ti…
Como decirte que no me esperes,
si el que se muere si no llego, soy yo.
¡Ah! Mi niña tan hermosa…
Eres flor y mariposa…
Le has puesto vida a mi jardín.