Ah poesía!
De todas eres la más alta creación del hombre,
pues todo lo que brota de sus manos
no perdura tanto como tu historia:
los monumentos llegan a ser olvidados,
los edificios se hacen viejos,
la guerra destruye ciudades
y el torpe hombre se destruye a si mismo,
pero tu poesía eres testigo fiel de cada hecho
que ha forjado a la humanidad,
siempre a nuestro lado y sigues entre nosotros:
joven, perfecta, sublime, sabia,
como el día en que fuiste escrita
y saliste a la calle con una solo voz hablando del amor,
de la soledad, del mundo.
Ah poesía!
En ti miramos nuestro pasado
para continuar adelante por esta vida
siempre alumbrados por el fuego de tu verbo,
de tu verdad, la creación.
Haz de estar quieta en el firmamento,
constante en la aurora,
amarrada a cada sueño de cada ser humano,
triunfante en el mismo crepúsculo.