Ya no has de quererme,
me lo grita tu silencio
y yo en esta espera
que me intranquiliza el alma,
viendo la luna por la ventana
como va dejando una estela
de caricias en la noche,
viendo como se pierde en la penumbra,
llevándose mis sueños adheridos
a los rizos de su nívea cabellera.
Ya no has de quererme
y me acosa la nostalgia
dando vueltas en mi cama,
estrujando los recuerdos
sobre el percal de mis sábanas...
Ahogando mis quejidos en la almohada,
viendo llegar la madrugada
con el alba entristecida,
con un sol que muere sin estío.
Ya no has de quererme
y mis ansias por tenerte
se van diluyendo en la nada.
Ya no me amas
y me lo dice a gritos tu silencio
qué se pasea por mi mente
y taladra mis sesos lentamente,
recordándome a cada instante
qué ya no estarás más en mi vida,
qué me has dejado en el olvido,
porque muy seguramente
nunca me habrás querido.
Felina