Muy temprano en la mañana,
después de un día de lluvia
el sol con sus cálidos brazos
parecía recordarme
que aún en los peores momentos
siempre existe una esperanza,
así, las aves cantaron con sus voces matizadas
anunciando que un nuevo día
se asomaba a mi ventana,
parecía que decían,
no sufras más, siempre hay un mañana,
ayer el cielo lloraba igual que tu alma,
hoy, asómate al alba,
respira este aire que trae,
en su aroma a flores
el anuncio de que tu vida no terminó,
como tu pensabas,
que pronto una sonrisa iluminará tu cara,
que los días de pesadilla, quedaron atrás
y que pronto, podrás cantar de alegría
y disfrutar cada instante
al saberte viva y humana.