susane

JENECHERU (el fuego que nunca se apaga)

Veo con tristeza  que los años te pesan

mas no se de donde te nacen las fuerzas;

te gusta comer bien

mucho más si es en nuestra casa;

te gustan la rosas

y las cuidas como una joya;

Como olvidar de tu mascota,

ese loro que según guarda tus secretos

pero es el quien se  encarga

de hacer eco a tus palabras y menciona

que ya te sientes cansada.

 

Estuviste en el momento

cuando más te  necesite,

yo no fuera nada

si tu ejemplo no me enseñara,

si soy así es  gracias a ti;

jamás permitiste

que este en medio de los grandes,

tus conversaciones las hacías aparte.

 

Viste de cerca la envidia de la gente

mas tu me creías y me decías:

"que aunque sea niña

debo aprender a ser señorita".

Gracias por tu confianza,

gracias por enseñarme a volar

y por dirigirme donde debo andar.

 

Ahora que estoy enamorada

siempre me preguntas

como esta mí mañana,

si ves tristeza en mi semblante

te aseguras que mi día cambie;

Gracias por enseñarme

que la peor pobreza

esta en el pensamiento que uno tiene

y que la mayor riqueza

es tener a Dios siempre presente.

 

En palabras no te pido disculpas

mas estoy aquí para servirte a ti,

quiero remediar las veces que te falte;

jamás  me perdonaría si por mi causa

hoy tu no descansaras; 

Ahora me voy para prepararte un te,

¡ah! disculpa,

se que te gusta “leche caliente”

pero preparo dos,

porque eso le herede de ti.

 

 ¿Mami solo quisiera saber

si alguna vez te avergoncé?