Un instante,
solo uno
¿y que nos queda?
la suma de lo bueno
y la resta
en la tragedia,
frágil es el sin beso
y más aún la miseria
de nunca vernos
ni de ignorarnos
siquiera.
Fuimos, somos y seremos
corazones de fuego
y lágrimas de frías piedras,
escribimos mil razones
para amarnos
y odiarnos de mil maneras,
seguimos siempre un norte
señalado con brisa de tinta fresca
y sin embargo
cada frase nos esconde,
y nos separa
en eternas paralelas,
enamorados de mil amores
vamos cayendo en la cuenta
que somos tan iguales
y casi todo nos diferencia:
una verdad nos invade
con una mentira a cuestas,
fue tan solo un instante
y toda la vida
nos espera.