Es imprescindible que me besen tus labios
porque si no lo hicieran,
los míos
serían silencio en una tarde de lluvia;
lo mismo sucederá
si dejas de mirarme
con esa ambrosía de una calle arbolada,
entonces sombra habrá en mi camino
(el oscuro y callado
infierno
se aproxima)
Quiéreme sin preguntas ni respuestas
-así te quiero-
Cuando en las noches te ausentas
o estas conmigo acogida a mi cintura,
(quizás la tarde muere)
Donde nos despedimos
en alguna calle, en alguna esquina,
dejamos ese adiós… un hasta luego.
Enjuágate la boca con mis besos
que yo descansaré sobre el mullido seno.