Matilda
Cuando digo que soy tuya
He descubierto en mi cuerpo la huella de tus manos
que pasearon esta piel con la ternura de tus besos
he dibujado palmo a palmo, el camino por tus dedos forjado
sintiendo que la vida se hacía torrente
por llanuras, colinas y senderos, corriendo sin freno.
He despertado del sueño después de tantos años
hallando tu rostro llenando mis ojos,
eres el amado a quien mi cuerpo ha esperado
¡eras tu el dueño de las caricias anheladas!
¡eras tu el dueño de los besos imaginados!
He aquí tu mundo conquistado, me he rendido y entregado,
has tenido mi cuerpo antes de haberlo intentado
has gustado mis delicias, sin haberlas gozado
me has hecho tuya en mente cuerpo.
De memoria he aprendido como se deslizan tus dedos
descubriendo de mi piel cada poro,
he aprendido de memoria como escriben tus labios
en lugares inexplorados de mi ser,
ha aprendido mi cuerpo a reconocer tu caricia
con tan solo escuchar tu voz y sentir tu aliento.
Hace mucho que soy tuya
y que mi cuerpo te he entregado,
mi calor ha dejado en tu piel la huella
marcando mi silueta en tu costado.