EN EL ROSTRO ANGELICAL DE LOS NIÑOS,
PLENA SE DIBUJA UNA ANCHA SONRISA,
EN SUS PIELES FRÁGILES Y SUAVES DE ARMIÑO
UN BRILLO LOS ILUMINA Y EXPELE UNA BRISA
SUS CORAZONCITOS PUROS Y SENCILLOS
CONTIENEN LA DULZURA Y LA ESPERANZA
SUS VOCECITAS SON COMO CANTOS DE GRILLOS
Y AGITAN SUS CARITAS LLENAS DE CONFIANZA
LAS PAMOLAS LIBRES Y JOVIALES REVOLOTEAN,
POR LAS ATESTADAS Y RUIDOSAS PLAZAS
EN LOS CIELOS LAS ESTRELLAS OTEAN,
LAS LUCES ASOMBROSAS DE LAS CASAS
UN DÍA GLORIOSO CELEBRA LA HUMANIDAD,
CON OLOR A PINO Y A DULCES MANJARES
SE REPARTE EL AMOR Y LA FELICIDAD,
DESEANDOSE LA PAZ MUTUA ENTRE LOS PARES.