"Sólo soy un hombre triste, que agota sus palabras"-Javier Heraud.
Un par de vueltas por el campo
o una caminata matutina en la ciudad,
todo es igual a la rutina,
ya sea aquí, o sea allá.
Es el mismo ambiente: tórrido y verde.
Es el mismo ambiente: ligero y parduzco.
Sólo las piernas diferencian
si después de ese ejercicio, el cansancio
es físico, o es emocional.
Los pies solicitan ayuda a las nubes
que ya empiezan a enrumbar.
Un ser humano, de mi tipo, es triste ya sea aquí,
o sea allá.
Ni un buenos días, ni tener completa a la familia,
llena ese vacio tan vital.
Un cielo gris, o un limbo despejado
no me causa paz.
Es un objeto que pertenece al ambiente
y nada más.
Una sonrisa, un rostro alegre,
es otra vida, y nada más.
Yo sé que los motivos
yacen escondidos, en esas emotivas
ganas de vivir.
El ser feliz es un don más que divino,
y aquí, en este mundo amargo,
es muy difícil de adquirir.