Se me ocurrió un poema
y lo escribo para ti, amada mía.
Es como el brote tierno
de promesas que nacen muertas,
y eternamente viven
en el cuenco solitario
de una mano mendicante
con harapos de ilusión.
Un poema con aroma
de baúles centenarios,
de los que guardan recuerdos
y esconden lágrimas nuevas
que mis ojos no han llorado.
Aunque mis labios sangraron
pedigüeños de tu amor.
Es para ti mi poesía
no de letras ni de versos.
Es un canto que perfora
montañas de indiferencias
y repica en campanarios
de orgullos resquebrajados
desnudando mil disfraces
de grandeza y fantasía.
Un poema para ti
No es un poema cualquiera.
Es el que erguido pasea
En tu presencia desierta
y al simular que no lo vieras
rompe el alma, se hace río,
moja tu cauce y descubres
que no hubo amor como el mío.