Hoy escuché las mañanitas
que cantaba el Rey David.
¡Albricias de Cumpleaños!
Antes de que saliera el sol,
Dios se asomó a mi ventana,
me saludó una flor
y me ha cantado un pájaro silvestre
¡Albricias, en estas Bodas de Oro!
Yo tengo medio siglo en las manos,
y siento que ayer nací
en aquel pueblo lejano,
en la casa de adobe,
techo de tejas,
con vista al monte
y con brisa de pinabetes.
Nací rodeado de volcanes
Me sirvió de faro el Volcán Santa María y el Volcán Santiaguito
Ahora, sigo con la mirada en alto con los centinelas de mi casa el coloso dormido Volcán de Agua y el espectacular Volcán de Pacaya, prodigios de la naturaleza
Sólo algo me hizo falta en esta vida:
fue mi Madre...que se fue temprano
cuando Yo empezaba a ser un niño
y se ha llevado con esa su partida
un pedazo de mi corazón, en cada mano.
Una guirnalda sobre su tumba
y una plegaria por su bello recuerdo.
Mi padre murió justamente a tres días de este mi 50 aniversario
es un árbol que murió de pié
con la vista al cielo
y con la semilla de una docena de hijos
No he escrito un libro;
pero, he manuscrito poesías
he plantado un árbol,
he sembrado una flor,
tengo tres hijos
continuidad de mi existencia
Mi camino ha sido largo
mis pasos han recorrido la vida,
las veredas de la experiencia
me han enseñado el correcto sendero.
Viví de amores
Sufrí sinsabores
mi corazón latió miles de veces
algunas veces roto, otros vibrante
me llené de besos y caricias,
tuve la pasión
y el remolino de emociones
No he logrado fama, ni fortuna
ni he corrido en pos de ellas
sino que he logrado los laureles, con creces y con tesonero trabajo.
Mis ojos han visto el mundo
mis pies han cruzado algunas fronteras
y mi mente ha viajado hasta el fin de la tierra,
he llorado tanto, también he reído mucho.
Vivencias de media centuria
Mi cuerpo quizá esté viejo;
pero, mi corazón es quinceañero
Mi mayor tesoro
es la bendición de Dios
lo son mis amigos,
mi familia,
la buena gente que me rodea
que de amor me prodigan
Tengo la suerte de contemplar dos siglos diferentes:
El siglo XX de mi nacimiento
repunte de la humanidad
el siglo XXI de mi muerte
despunte de la ciencia.
Yo ya hice la historia,
mis hijos, contarán la historia.
Pido perdón por mis desvaríos.
A mi prójimo que he ofendido
aunque no me vea inclinar la cabeza;
pero, mi corazón está arrodillado
Y a Dios Omnipotente:
¡Gracias por este cincuentenario!
gracias Señor, por mi salud
porque no me he cansado
en subir los cincuenta peldaños
de la escalera de la vida,
ni me pesan los años
para bregar al final de la existencia.
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Jaime García Alvarez