“Jardines”
Manchóse el cristal de mis pupilas
con un nocturno de teclas risueñas;
se despertaron mis niños y febriles,
jugaban en tus jardines de ósculos;
entre cascadas de frescas zalemas.
Jardines con senderos de plata
presenciaron eclipsada tu Luna;
y con la noche cómplice, silente
lascivias mis sombras grababa
entre los mármoles de tu vientre.
En la fuente bailaban tus niñas
y mis niños en tus rosales
unidos entre charquitos de almas
contemplando relieves astrales.
Al fin de tu Luna eclipsada
te cortaré algunas rosas,
las sembraré en mi jardín
que cuidaré con tus aguas
para jugar con tus niñas
envueltas en mis zalemas
con tu nocturno y tus ósculos.