Manuel Borges

Mí grujiente corazón

Eres la niña de mis ojos, sin ellos no te podría ver

volando van cuándo te ven venir, alegres están mis ojos

el frondoso almendro sé vistió de verde, para estar bajo sus ramas

el sabe que allí nos vemos, sabe que te imploro de hinojos

tu linda tu voz me suena a cielo y me elevo al besar tus labios rojos

a nadie le envidio nada, ni al tiempo, ni al sueño que me acompaña

una copa de ron con una bella canción y a tu lado mí corazón.

Si el mar derrama su espuma, es que a gozado con ella

es libre y desaparecerá con felicidad, sin medir razón

por eso tu que me das amor, que más puedo comparar

mí cuerpo cruje cuando le faltas tu y cruje por no poder pagar

las cosas más bellas que se puedan comprar

hoy quiero señalar, que todo es vanidad si no hay un poco de humildad.

Manuel Borges