A LA SOMBRA DEL ROSAL
Eduardo Carreño L
El sol nos marca el final, ¡abrázame!
Convencidos que no habrá otro día más,
tu y yo vencidos en el verde pasto,
cobijando la compañía de las nubes,
que risa te da…
Con los ojos aclamando ver los tuyos,
sin saber nada del mundo, solo de ti,
sacamos flores de distintos colores,
nos abrazamos a la sombra del rosal.
Y me sorprendes, me convierto en rey,
alcanzando los tesoros que son tus caricias
y con los pétalos hago coronas especiales
para ser engalanados como íconos del amor.
Y me conoces, me abalanzo a tus brazos,
avivando todos los sentidos, hasta los escondidos,
cuelgo las ramas para hacerte un palacio
de imágenes nuevas para que resalte tu existir.
¿Que piensas?, reinventemos cada día,
eso que deseamos sea para siempre, ¡abrázame!…
y más tarde veremos el florecer de las rosas.