Hoy cumplo cincuenta y ocho años, entre una montaña de vivencias he vivido
Envueltas entre miles de días que se perdieron con migo y el minutero del reloj
El latir de mi corazón, el sentimiento de amor y otras latitudes sin lívido,
Cuando miro atrás, no recuerdo muchos días o minutos llenos de sonrisas…
¡Velo transparente que te escondes detrás de mis sentidos y hablas con Dios!
Esta vida es un cuento como todas las demás, sueños perdidos llenos de voluntad
Mi Padre murió a los cincuenta y ocho años, los mismos que hoy cumplo yo
Y algo me dice que en mi destino está escrito, en el libro del Señor y su bondad…
Si es como yo creo y en este año muere mi cuerpo, mi espíritu ascenderá al cielo
Mi alma estará en el hipotético paraíso terrenal donde mi Padre es conductor Angelical
Y en mi eternidad siempre estaremos juntos con toda la familia que emigro
A los campos invisibles de los cielos de Dios, gracias Señor por dejarme vivir más de medio siglo…
Felicidades Modesto, me susurra mi alma
Desde mi mismo interior junto al corazón,
Allá por donde los latidos, hoy son calma
Recordando días acelerados de producción…
Creo que ya no cumpliré más años en la tierra
Pero seguiré en el más allá luchando en espíritu,
Alma fugaz que ascenderás, a otra sierra
Al jardín celestial por donde todo es virtud…
Luceros, soles, lunas y estrellas fugaces
Hacer que los míos vivan siempre en calma
Con el rezo de la doctrina, en sus cauces
Ríos de amor, llenos de ternura en su cama…
Gracias Señor por dejarme vivir cincuenta y ocho años
Desde un veintiocho de diciembre, día de los inocentes
Ya lo he dispuesto todo para la partida hacia tus sueños,
Aceptó tu llamada mi Dios del universo, Señor de penitentes…
¡Alma espíritu y la hermosura de la dulce invisible aura!
Nube de almas llena de estrellas rodeando mis lunas
Y mi sol, este año se apagara y ascenderé, hacia tu llanura
Jardín celestial lleno de ángeles, velen de vivientes figuras.
**Feliz cumpleaños Modesto “Gracias responde mi alma” No quiero regalos solo pido descanso eterno**
**Allá por el cielo en el autobús de mi Padre, donde tengo un asiento preferente para mi dulce sueño**
Modesto Ruiz Martínez / 28/12/2010