No es que la gente arruine
mis horas de diversión
pero ayer me fui al cine
y tuve doble función.
El local estaba lleno
por todas sus dimensiones,
y por ver película de estreno
la gente te daba empujones.
La cola era tan extensa
que parecía la Muralla China,
con alta dosis de impaciencia
que a cualquiera desanima.
Comprar los tickets de entrada
fue una grandiosa odisea,
casi ni conseguimos nada
porque estaba alta la marea.
Ni chocolates, ni tostones
sólo un cucuruchito de maní,
como son los mas baratones
eso al menos, me hizo feliz.
luego cuando estábamos adentro
fue todo un desespero,
pues para encontrar asiento
llegaban a olfaterate hasta el trasero.
Y ya cuando la función iba a comenzar
después de tanto ajetreo,
entonces comencé a roncar
en un profundo encuentro con Morfeo.
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