Este sentimiento que no me deja
se transforma en una maldición
que deja a mi alma perpleja
y con sentido de perdición.
Es tu presencia la que atrapa
a un corazón que ya no escapa,
y aunque quiera, no encuentra
la forma para que la esperanza sea cierta.
Tu sonrisa logra alimentar
el deseo que no quiere descansar
de una vida que sea a tu lado
y que olvide al dolor en el pasado.
Así es que vivo cada momento
viviendo en un torbellino de sentimientos
de los que tú, no te has enterado,
esperando el momento de ser olvidado.