Tengo caído el semblante
y la palabra pasmada
y el corazón rendido.
perdido va rumbo a tu risa
corriente más afligida
y asolada.
¡Oh!
Tus deseos
caminan a ríos secos
y turbios,
rotas sus fuentes
despedazándose en pedazo.
Luz inagotables
plasmada en tu sonrisa,
tentaciones que te acompañan.
Hoy hace que mi ceniza
me derriben
en moradas alejadas.
¡Oh!
Casi el mismo
elipsis se detiene
en tu manos.
Perdidamente me extiende
tu luz en mi camino.
Como fallecidos
sin sitio me elevan
tu voces detrás
de mi semblante.
¡Oh!
Déjame amarte
en mis brazos
con la misma inquietud
que un día lo hicimos.
Dame de tu ardor
y constantemente
nos hallaremos en el llanto
de nuestro corazón.
Todo lo derecho de autor reservado: Francis Mota