Un repiqueteo de campana,
el silencio calla y tu voz duerme.
Un llamado a la parroquia,
tu sonrisa ausente por sueño inerme.
Mudez en el tañer de la alborada,
que se asemeja a la mudez del alma mía,
cuando tu ausencia es más que fría,
el tañer de la campana se apiada
y el amor de vida vuelve a mi amada.