Las pretensiones delatan
Nuestra música en los huesos
Y el esquivo tiempo obtiene frutos
Saludando a la vida, deseándola más plena
sabiendo el jardín postrero ya marchito
Comiéndome la vida entre los dedos
Pidiendo una carta de crédito
O un autógrafo
Casi a la orilla de la muerte
Y deleita mis pupilas con el cielo
en su gravidez de invierno
Siendo aquello que sacude mi casa
Y mi memoria
un bullicio lento al caer el día…