Mi tenue primavera,
Maravillosa y pequeña,
Diminuta como almendra.
Tan silenciosa y callada,
Tan hermosa y sin palabras,
De lágrimas inundada,
Ternura angustiada.
Mi vida en la orilla,
De aquel lago,
Donde por primera vez,
Con un beso de amor,
Fuiste mía.
Sincera y tranquila,
Donde el sol te cobija,
Llena de luz,
Llena de vida.
Donde la neblina,
Oculta nuestro amor
Y todas las cosas vividas,
Todas fueron divinas.
Cuando a mi vida,
Alegre y tranquila,
Llegaste aquel día.
“Eres mi destino, que llegó a mi en la pradera tan radiante y hermosa ¿Cómo quieres que no te vea?”