Admiro tu silencio
porque en el ocultas tus pesares,
y escuchas al oído,
el silencio de mi olvido.
Me angustia cuando el cielo brilla
en la soledad de mi destino,
porque tú ya estas en el abandono
del remanso de mi mar perdido.
Y tu paso se escuchaba
en aquella lejanía,
y las voces grises,
que de ti emergían, se perdieron,
como se pierde la sonrisa,
como se pierde el silencio
cuando la soledad inunda,
hasta lo más recóndito del alma.