Que gélido fue el manto que cubrió la silueta de esta noche
Gotitas de color escarlata llenas de dolor
Se expandían por el cofín del Universo
Como presagiando que el amor emprende vuelo
Los rayos que un día iluminaban tu alma,
bañaron con tristeza mi ventana,
Yo, al igual que un día un ángel lo hizo conmigo
Pasé toda la noche con una aguja impregnada de dolor cociendo tus alas
Y mi corazón también se retorcía de dolor
Tus alas volverán a crecer, te lo prometo,
Dices que los sueños terminan por marchitarse
Cuando el amor acaba
Dejando sus afluentes vacíos en los llanos perdidos
Nunca digas eso, porque el amor nunca muere,
El amor traspasa fronteras de espacios de tiempos
El amor está y estará siempre en nosotros,
Más allá del alcance de las manos del tiempo.
No llores… no caigas… no te hundas… no te mueras amigo
Porque la vida te espera, te esperan los sueños
Y con ellos nuevas primaveras.
Los punteros del reloj no se detienen,
Ni con una doliente despedida,
Llorará por ahora tu esperanza como Tú lo dices
Pero hallará consuelo al emprender un nuevo vuelo
Y tus huellas nunca descansarán en el olvido
Porque ya quedaron impresas con la tinta que te corre por las venas
Tu sangre dibujará con tus alas, un nuevo sueño,
Como dijiste en tus primeros poemas,
Dejando atrás los recuerdos
En páginas arrugadas, amarilladas por el tiempo,
Trazando Tu voz en versos,
Y en el edén siempre estará el ángel
Decidiéndose quedarse o salir de su mágica
Burbuja de color escarlata.