Muerte en verso
Cuatro paredes, Una mentira, una media vida
La luna y el sol observaban desde el cielo
ese día cuando la vida se convirtió en algo incierto
cada siguiente día era el mismo enigma
la misma brisa, la misma sombra, el mismo desenlace en una misma historia
las horas pasaban, los hechos sobraban
mas las memorias nunca cambiaban
En la casa el reloj no caminaba y el cucu ya no cantaba
las sombras no se prolongaban
y el eco no se propagaba
era una invisible oscuridad la que al mundo rodeaba
nadie se percataba que los segundos ahora ya no avanzaban…
La luna triste sonrió desde lo alto del cielo
y el sol oro lloro mientras ardía en su propio fuego
las nubes se disipaban, dejaban un cielo abandonado, color falso…
mientras un perro se atrevió a ladrar a lo extraño
pero nadie logro escuchar aquel llamado
las personas caminaban ajenas a lo que sucedía
mientras lentamente en sombras se convertían
mis ojos en una extraña claridad se perdían, una manta mas blanca que el blanco me cubría
y antes de dejar de ver en lo que creí era un castigo divino
un hombre grito a los cielos que la luna devoraba a sus estrellas amadas
el silencio gobernó mientras mis rodillas cedían ante aquella tristeza
recuerdo que luego a la puerta llamaban
“paciente numero 34 mencionaban, sufre de esquizofrenia, se arranco los ojos mientras miraba el apartamento arder con su familia adentro”
y sonreí mientras una brisa susurro a mi oído
todos están muertos…