Alexander Vortice

NUEVA ÉPOCA DE PAZ

NO pares, no te rindas aunque el ardor

queme tu hogar con sus dedos de tártaro.

NO abandones la jugada maestra, en ocasiones

los rivales son astutos, pero tú serás benevolente.

NO me crucifiques si el “Fin” te pilla comiendo

excrementos, yo a secas tengo pecados de omisión.

 

NO me abandones, no desees escuchar “mis verdades”;

no conviene enfurecer a los astros, no es deseable para mí

acoger en mis manos la nevisca de la cuajada negrura,

no soy de esos que olvidan un verso en el aire

y así lo devore el demonio con sus fauces liberales.

 

NO pares, no te detengas, ya que el bramido gira

sobre sí mismo y provoca náuseas a los escogidos

para salvaguardar una nueva época de paz.