Camino alegremente
por el vergel florido
y llegan a mi mente
las cosas que se han ido,
como ese ser querido
que no pude retener,
bajo el influjo de los astros,
una noche se me fué.
Recorro los caminos
del año que culmina,
las estrellas me guian
con luces ambarinas,
para buscarte en las tinieblas,
ellas me iluminan,
porque la luna menguada
en la penumbra está escondida.
Tambien tuve días
con tardes soleadas,
otras con soles mustios
que tiritaron de hastío...
Tambien tardes abrumadas,
con una niebla pesada...
Crepúsculos que dejaron
mi alma enamorada,
sueños placenteros,
sueños desvelados...
Sueños no cumplidos,
con ropajes de olvido,
otros que fueron grandes
y engalanaron mis sentidos.
El año va muriendo,
llevándose mis penas,
naciendo la alborada
con rosas y azucenas,
tejiendo con la brisa,
en mi rostro la sonrisa,
mi corazón tiñendo
con tintes escarlata,
brillo en mi mirada,
mariposas azuladas
que llegan a mi almohada
cual si fuesen hadas,
invadiendo mis sueños,
de dulce sortilegio
y el encantamiento
de un año que se inicia,
con luces de bengala
que caen como lluvia,
bañándome el alma,
de ternura, dicha,
amor, paz, calma
y esperanza
de tiempos venideros,
que estarán conjugados,
con el verbo ¡AMAR!
Felina