Cuando haya de morir,
he de asegurarme con mis nunca y mis siempres,
pero será tarde ya.........
Ya nada me importará,
y sumida en la ignorancia de lo que fue mi vida
no habré de lidiar,
ni con la desesperanza de lo olvidado,
ni la presión de la constancia.
Ha de llegar ese día,
cargado de mil preguntas,
y será luego de que mi cuerpo escupa mi alma,
que dirán otros, ni siquiera yo,
si he hecho lo más cuerdo o lo más perdido,
si he sido justa y buena,
o si solamente he sido.....
Y ni el llanto de mis deudos,
y ni el susurro de mis enemigos,
hará mella en mis fríos, inertes,
y con seguridad...
próximos,
podridos tejidos.