Del firmamento negro despréndese una estrella
veloz se precipita al antro sepulcral,
dejando refulgente, en su agonía una estela
efímera y fugaz...
Del calendario eterno del tiempo y sus arcanos
me dio el Señor del cielo, de vida un año más,
un año que semeja golondrina viajera
que rápida se va...
Mirando con el alma angustiada y llorosa
que el año que mi Dios obsequióme una vez,
perdiéndose en las sombras ya marcha trasumante
para nunca volver...
Devuélveme mi año, es mío, Tú me lo diste...
-"Si no lo aprovechaste ya nunca lo tendrás..."-
y Dios también me dijo, -"te traigo sin embargo,
para ti un año más..."
FIN
R. Gruger / 1 enero de 1961