Ven... acompáñame y no te niegues
vayamos al bar de la esquina, tomemos un café
tengo tantas cosas en mi pensamiento
tantos temas que ya no puedo retener...
Recuerdas esa tarde de otoño ?
las hojas caían a nuestro paso
tomados de la mano y azarosos, nos mimamos
proyectábamos con afán nuestra felicidad.
Sentimos que dos almas se ligaban
percibimos que nada podría desunirnos
era una conjunción de sanos sentimientos...
quién osaría interferir estos designios ?
Pero sucedió lo imprevisto:
las armas golpearon, otro país me acogió en su seno
triste período de pugnas y desamparos
tratando de alterar mis actitudes !
Un día recibo tu lacerante misiva:
te has casado y una criatura por venir...
comprendí la situación, deseaba sucumbir
pero tus perdones atemperaron mi ánimo !
Hoy... después de unos años, crecidos los niños
quiso el destino trocar tu existencia
tu esposo sucumbe ante la enfermedad
y te encuentras solitaria y deprimida.
Toda una historia, pero... estrechemos las manos
yo también soporté las arbitrariedades
otros intentos podremos vislumbrar
inauguremos un nuevo desafío...
tomemos otro café... con sabor a futuro !
Víctor Carlos